Desechos marinos
Los desechos marinos, basura marina o detritos plásticos son desperdicios de actividades humanas que deliberadamente o accidentalmente flotan en lagos, mares, océanos y ríos.
Con el incremento del uso del plástico, la influencia humana se ha transformado en un problema, ya que muchos tipos de plásticos no son biodegradables. El plástico arrastrado por el agua es peligroso, pues supone una seria amenaza para peces, aves marinas, reptiles marinos, y mamíferos marinos, también para barcos y viviendas costeras. Contribuyen a este problema los vertidos al mar, derrames accidentales, envases, y la basura de vertederos arrastrada por el viento.
Una gran variedad de objetos usados habitualmente pueden convertirse en desechos marinos; bolsas plásticas, globos, boyas, cuerdas, desperdicios médicos, de plástico, encendedores de plástico, latas de bebidas, poliestireno extruido, hilos de pesca, redes y variados desperdicios de cruceros o plataformas petrolíferas.
Estudios han demostrado que 80 % de los desechos marinos son plástico, un componente que se ha acumulado rápidamente desde la segunda guerra mundial. Los plásticos se acumulan porque no se biodegradan como otras sustancias que si lo hacen. Los desechos plásticos representan el 77 %, de los cuales el 93 % son bolsas.
La mayoría de los desechos marinos provienen directamente de descargas que vierten los desagües urbanos. Otras fuentes de desechos marinos son la pesquería y el transporte de mercancías por los mares. Se estima que los barcos con contenedores pierden cerca de 10.000 contenedores al año (usualmente durante las tormentas). El ochenta por ciento de los residuos marinos llegan al mar por ríos.
El plástico se descompone en el mar en » microplásticos » que ahora forman parte del plancton que flota – la base de la cadena alimenticia en el océano. Así, el plástico se encuentra cada vez más en los estómagos de los organismos marinos. Según estimaciones recientes, la cantidad de plástico que flota en los océanos del mundo en más de 5,25 billones de piezas con un peso de más de 268.000 toneladas.
Algunos organismos se han adaptado a vivir en ambientes con detritos de plástico, lo que ha permitido a los seres adaptados a los desechos dispersarse alrededor del mundo y convertirse en especies invasivas en remotos ecosistemas.
Los desechos marinos, especialmente los de plástico, frecuentemente provocan la muerte de animales. Las especies que respiran aire, por ejemplo ballenas o aves marinas, se ahogan enredándose en redes de pescar perdidas, y todos los animales marinos se pueden estrangular en ellas. Muchos animales que viven en el mar consumen desechos flotantes por error, ya que se asemejan a sus presas.
Los detritos plásticos, cuando son voluminosos o enredados, son difíciles de digerir, y pueden quedarse permanentemente en el tracto digestivo de estos animales, causando la muerte por perforación de tejidos o el bloqueo del paso de comida. Las pequeñas partículas se parecen mucho al zooplancton lo que puede llevar a los animales filtradores a consumirlos y originar que entren en la cadena alimenticia