Los funcionarios de la ciudad de Nueva York declararon una emergencia climática en un esfuerzo por movilizar las respuestas locales y nacionales para detener el calentamiento global. Es la ciudad más grande de Estados Unidos, con más de 8,62 millones de habitantes.
El Concejo de la Ciudad de Nueva York aprobó la legislación este miércoles, solicitando una respuesta inmediata a las crisis climáticas mundiales. El proyecto de ley hacía referencia a varios informes sobre el estado del calentamiento global y su impacto, al informar que los fenómenos meteorológicos extremos provocados por el aumento de las temperaturas demuestran que el planeta está “demasiado caliente para ser un ambiente seguro”.
“Estados Unidos ha contribuido de manera desproporcionada a la emergencia climática y han obstruido repetidamente los esfuerzos mundiales para la transición hacia una economía verde, y por lo tanto tienen la responsabilidad extraordinaria de abordar rápidamente estas amenazas existenciales”, escribieron los legisladores. Las declaraciones de emergencia climática por lo general no contienen medidas políticas sobre cómo frenar el cambio climático, pero funcionan como símbolos del compromiso de los municipios para combatirlo con la legislación futura.
Más de 670 gobiernos en 15 países han declarado emergencias climáticas, según datos del Foro de Innovación para una Tierra Fresca. Pero solo 18 de esos gobiernos locales, sin incluir Nueva York, están en Estados Unidos, como San Francisco y Hoboken, Nueva Jersey.
Los Ángeles no ha declarado formalmente una emergencia, pero está incluido en el recuento del Foro para las iniciativas que los miembros del consejo municipal han hecho para combatir el cambio climático. La declaración de Nueva York es importante por el gran alcance de su circunscripción: el siguiente concejo más grande en hacer la declaración cuenta con poco menos de un millón de habitantes.
En mayo, Reino Unido se convirtió en el primer gobierno nacional en declarar una emergencia climática.