Los Registros Akáshicos son un entramado de Luz, una energía que se expande y vibra multidimensionalmente donde la Creación misma se imprime. Allí está toda la información de lo que fue, es y será desde el primer instante de la Manifestación hasta el último.
En el plano humano individual es la historia de la experiencia total del alma, desde que parte de la Fuente hasta que regresa. Cuando se accede a los Registros, vibra la partícula de información específica que el terapeuta está solicitando en un determinado momento, o la que los Guías quieren acercar.
La información contenida en el Akasha está absolutamente protegida por las energías Arcangélicas, puesto que al ver la información ésta se modifica (el observador modifica lo observado) por lo tanto son los Seres de Luz de las dimensiones más elevadas los que permiten el acceso al Akasha, por eso al leer el Registro, se está canalizando a los Seres de Luz que nos imprimen la información en nuestra mente en el Lenguaje de la Luz.
Cuando canalizamos, decodificamos ese lenguaje y lo expresamos en este plano. La información fluye en ambas direcciones: los guías envían lo que se necesita saber o lo que quieren que sepamos y nosotros les permitimos saber a través de nuestro canal activado qué es lo que estamos necesitando en nuestra vida para colaborar con el plan de la Creación.
Es importante tener en cuenta que los Guías respetan el libre albedrío, por lo tanto si no se pregunta o no pedimos ayuda, respetan nuestra decisión de hacerlo sin su colaboración.
La canalización conciente, voluntaria y espontánea es un instrumento de conoci-miento y evolución muy poderoso al cual estamos accediendo cada vez más humanos, porque es una herramienta para el proceso de Ascensión y al mismo tiempo una consecuencia nece-saria de este proceso.
No hay nada oculto que no sea algún día revelado. Dijo Cristo, que hasta los actos más insignificantes de las criaturas tenían que ser revelados.
La simbología esotérica llama a este lugar donde están registrados los hechos de todos los seres, pasados y presentes: Gruta de Ras.
Pertenece al séptimo plano del mundo mental.