George Gurdjieff
Maestro espiritual greco armenio -cuya influencia se ha acrecentado aún más en los tiempos que vivimos- fue considerado como un incomparable “despertador” de hombres, que dejó tras de sí una escuela para el desarrollo de la consciencia. Su excepcional carácter personal, especialmente su genialidad para utilizar cada circunstancia de vida como un medio para ayudar a sus alumnos a experimentar la verdad completa acerca de sí mismos, dio lugar a numerosos falsos testimonios que oscurecieron la integridad de sus ideas. Hoy la enseñanza de Gurdjieff ha emergido de ese trasfondo de rumores e insinuaciones para ser reconocida como una de las más penetrantes y significativas enseñanzas espirituales de la época actual. Gurdjieff nació en Alexandropol (Rusia), de padre griego y madre armenia. Excepcionalmente dotado, fue instruído desde pequeño por sus tutores de la iglesia ortodoxa en el sacerdocio y en medicina. Durante 20 años orientó su búsqueda hacia el corazón de las tradiciones antiguas de Asia y Oriente medio. En 1913, Gurdjieff apareció en Moscú con una enseñanza completamente desarrollada y comenzó a organizar grupos de discípulos. En 1922 estableció su Instituto para el Desarrollo Armónico del Hombre (Priuré d’Avon, Fontainebleau, Francia), cuya doctrina y métodos experimentales atrajeron pronto a destacados artistas e intelectuales de la época. En 1924 viajó a EEUU acompañado de un grupo numeroso de discípulos. Presentó públicamente su trabajo sobre las danzas sagradas con el propósito de mostrar los principios olvidados de una “ciencia objetiva de movimientos” y su rol específico en el desarrollo espiritual. En 1935, reanudó su trabajo con los grupos, asistido por Jeanne de Salzmann, su discípula más cercana, quien fue la responsable de continuar su labor. Consideraba a la música como símbolo perfecto de la estructura y funcionamiento de la vida interior del hombre y de la Creación. La obra musical desarrollada por Gurdjieff en colaboración con su discípulo ruso Thomas de Hartmann, encarna magníficamente ese aspecto de su enseñanza que él llamaba “ley de las vibraciones”. Relatos de Belcebú a su nieto, su obra maestra (1950 primera versión): una mirada vasta y panorámica, sin precedentes, de la vida completa del hombre sobre la tierra, vista desde la perspectiva de seres provenientes de un mundo distante. Por medio de una alegoría cósmica y bajo el velo de anécdotas discursivas y elaboraciones lingüísticas provo-cativas, la obra transmite las ideas esenciales de la enseñanza de Gurdjieff. El objetivo de la FIET -fundación sin fines de lucro creada en 1997- es trabajar según las enseñanzas de Gurdjieff y difundirlas, en pos de promover el despertar de la conciencia y la responsabilidad hacia uno mismo, los demás y hacia el medio que nos rodea para enfrentar los desafíos de la vida actual. Extractos de GURDJIEFF, G. I., M. de Salzmann The Encyclopedia of Religion, Ed. Mircea Eliade, NY, 1987