La natación estimula la seguridad y la independencia de los niños.
La natación es uno de los deportes más completos que existen, sus ventajas y beneficios son reconocidos por pediatras y expertos. Además el conocimiento del niño del medio acuático le proporciona un seguro de vida para evitar que puedan ahogarse en el agua.
Existen infinidad de cursos de matronatación y clases de natación para bebés. En cualquier caso, los padres pueden hacer que el bebé desde los primeros días de vida pierda el miedo al agua y se vaya familiarizando con el medio acuático; esto se consigue mojando la cabeza del bebé o introduciéndola bajo el agua durante el baño.
No existe unanimidad respecto qué edad es la más idónea para que los niños comiencen a acudir a clases de natación. Algunos expertos apuntan que desde el primer mes de vida un bebé está preparando para empezar a aprender a flotar aunque no es hasta los cuatro años cuando el aparato locomotor está lo suficientemente desarrollado como para nadar.
El agua no hace daño, no golpea, mantiene el peso del bebé, le permite desplazarse aunque todavía no lo haga en tierra firme, y le proporciona una grata oportunidad para reconocer su cuerpo, el espacio y los objetos. Así, la natación, este deporte tan completo que fomenta la independencia e incrementa la inteligencia de nuestros pequeños, es, simplemente, como un juego.
Mientras el niño no tenga edad suficiente para realizar otras actividades o deportes, el agua se presenta muy accesible y adecuada a cualquier edad. De hecho, cuanto más temprano sea el contacto del niño con el agua, mejor será su adaptación y más fácil le resultará aprender.