Nuestras creencias son nuestros ingredientes invisibles en todas nuestras actividades. Los riesgos no son sino pensamientos cuya realización te has convencido a ti mismo de que es imposible. Tú creas pensamientos, tus pensamientos crean tus intenciones y tus intenciones crean tu realidad.
Para conocer el secreto de la prosperidad, sabe que nunca podrás encontrarla fuera de ti. Nunca vas a conseguirlo todo. Tú ya lo eres todo. Tú ves lo que crees, más que creer lo que ves. Abandona lo de «querer». Reconoce de corazón que no necesitas ni una cosa más para hacerte completo, y luego contempla todas las cosas exteriores, viendo cómo se vuelven más y más insignificantes en tu corazón.
Tu alma, ese silencioso espacio interior, es tuya para consultarla. Siempre te guiará en la dirección correcta. Cuando sepas que eres responsable de tus intenciones, empezarás a saber que eres responsable de tu mundo entero.
Wayne W. Dyer