La alimentación y el cáncer
Carlos A. González Svatetz ha dedicado gran parte de su trayectoria profesional a estudiar la relación entre el cáncer y la alimentación. Veamos que dice al respecto.
”Los vínculos entre la dieta y el cáncer son múltiples. Hay alimentos que pueden reducir el riesgo, como las frutas, los vegetales o los cereales integrales, en los que destacan las fibras. Otros pueden aumentarlo, como los alimentos preservados y las carnes rojas. También hay potenciales compuestos cancerígenos en la dieta que no forman parte de los alimentos de manera natural, sino que se forman durante el proceso de conservación, de cocción o preparación de los alimentos. Además, hay un número muy amplio de tumores que están claramente asociados a un excesivo consumo de alcohol y también se ha comprobado que la obesidad es un importante factor de riesgo de cáncer.”
“Entre los factores de riesgo de un cáncer, la dieta es uno de los más importantes porque toda la población está expuesta a la dieta. Todos comemos. Hay otros factores que son muy importantes, pero afectan a una población minoritaria. Lo importante no es lo que comes un día o una semana, sino que hay un periodo de latencia de 10 o 15 años.”
¿Es cierto que da igual lo que comamos porque quienes están predispuestos a tener un cáncer lo tendrán de todos modos?
“No. Este tipo de razonamientos ya se hacían en relación al tabaco y al cáncer de pulmón, pero las estadísticas demuestran claramente que los fumadores mueren 16 años antes que los no fumadores. Todos nos vamos a morir. La diferencia son los años de vida perdidos con respecto a una exposición que puede aumentar el riesgo de cáncer.”
¿El cáncer está determinado genéticamente?
“El cáncer es una enfermedad en la que fallan los mecanismos genéticos de control del crecimiento celular. Pero los tumores hereditarios son una ínfima minoría. El 80% o 90% de los tumores están relacionados con el estilo de vida y con el ambiente en términos generales, entre los que están la alimentación y el tabaco. En estos tumores también tiene una cierta importancia la susceptibilidad genética, pero esta depende de la exposición. Es decir, sin la exposición precisa, no tendrás la enfermedad aunque seas susceptible. El cáncer es una enfermedad principalmente prevenible.”