La siesta es ideal para compensar el ritmo frenético que llevamos hoy en día por lo que dedicamos este artículo a conocer todos sus beneficios. Para estas circunstancias necesitamos de momentos de relax, de lo que se deduce que concederse una pausa en la actividad no puede generar más que beneficios al organismo.
Para comenzar, la siesta aumenta la creatividad y el rendimiento del trabajador. Tras una pausa, el cerebro trabaja mejor. Es una especie de técnica antiestrés y antiinsomnio, que elimina la tensión acumulada durante la mañana, comportando, por tanto, una reducción de un 64% en el riesgo de problemas cardiovasculares.
En Europa van algo más avanzados, y pronto podremos ver aparecer, en las áreas de servicio comerciales, estaciones de tren, y en los edificios administrativos, confortables salas, dotadas de aire acondicionado, insonorizadas, en las que se colocarán camas donde se podrá hacer un alto. Esto ayuda mucho a disminuir accidentes laborales y de tráfico ya que la persona vuelve recuperada a su trabajo o conducción.
La siesta debe realizarse entre las 13 y las 15 horas de la tarde, según la hora de comer; pero no más allá de las 15 horas. La pausa ha de realizarse, preferiblemente, sobre un cómodo sillón, sobre un diván o en una cama. No debe superar los 20-30 minutos. Algún estudio ha verificado que los beneficios obtenidos tras un sueño de una hora o tras uno de 20 minutos son los mismos.
Los individuos que sufran de migraña, insomnio grave o problemas digestivos (sobre todo acidez o reflujo) no deben estirarse nunca tras la comida. Mejor, en este caso, optar por un momento de relax en un cómodo sillón.
La siesta únicamente es beneficiosa si complementa al sueño nocturno. Nunca debe ser un sustitutivo, para evitar comprometer las principales funciones del organismo. ¿Y si en el lugar donde trabajo no dispongo de un espacio para hacer la siesta? En ese caso, apartarse a un lugar silencioso, o al coche. Son suficientes 10 minutos de relax con los ojos cerrados para beneficiarse de forma inmediata, y ser capaz de afrontar renovados la segunda parte de la jornada.